Organización Agraria Araga
La adaptación de las granjas de porcino a las normativas de bienestar animal de la UE costará a cada ganadero entre 150 y 200 € por cabeza de ganado
El sector productor porcino se encuentra inmerso en un proceso de adaptación a la enorme exigencia del consumidor final. Fruto de estas exigencias es la normativa comunitaria sobre bienestar animal que se traduce en el Real Decreto 1135/2002 de nuestra legislación Española.
En Aragón existen unas 3.600 explotaciones de porcino y suponen el 60% de la producción ganadera.
El Real decreto 1135/2002, que regula el Bienestar en las explotaciones porcinas, decide cual es el modelo de explotación que debe existir para aquellas granjas que se estén construyendo o ampliando desde el 1 de Enero del 2003 sin olvidar al resto de explotaciones existentes, que deberán cumplir los requisitos de esta ley antes del 1 de Enero de 2013.
La adaptación de las granjas porcinas podría suponer a los ganaderos una inversión de entre 150 y 200 € por cada cabeza de ganado. Además, debido a la adecuación del espacio, cada explotación ganadera vería como, una vez adaptada, perdería un 25 % de sus cabezas de ganado o debería aumentar el espacio de su explotación.
La adaptación de las explotaciones ganaderas, concretamente de porcino, exigida por la UE antes de 2013 va a suponer un importante quebranto económico para los ganaderos de porcino aragoneses.
Desde ARAGA se ha realizado un estudio que indica que para adecuar cada explotación ganadera a las exigencias planteadas desde Bruselas cada explotación deberá efectuar una inversión aproximada de entre 150 y 200 € por cada cabeza de ganado.
Además, una vez adaptada y teniendo en cuenta los requisitos que obligan a aumentar el espacio necesario para la habitabilidad de cada cabeza de ganado el ganadero se vería obligado a aumentar el tamaño de su explotación si quisiera continuar albergando el número de cabezas de ganado que poseía.
En términos globales la inversión de un ganadero de porcino podría alcanzar los 60.000 € en una granja de aproximadamente 200 cabezas de ganado y una vez llevada a cabo la adecuación su rentabilidad se vería reducida en un 25 % debido a la disminución del número de cabezas de ganado originada por la pérdida de espacio.