Organización Agraria Araga

La Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA) somos una organización comprometida con el medio rural aragonés, con una trayectoria que se remonta a 1977.

Desde nuestra creación, los sectores agroganadero y el medio rural aragonés en general han evolucionado de forma significativa. Lejos quedan ya las cámaras agrarias, entes que constituían el principal núcleo asociativo, en unos años en el que el campo aragonés requería de una articulación profesional.

Fue entonces, hace cerca de cuatro décadas, cuando un centenar de agricultores y ganaderos aragoneses apostaron por crear nuestra organización como punto de referencia del sector e instrumento que respondía a las necesidades de nuestro medio rural.

Los objetivos pasaban por tener un sector fuerte, firme, que se encaminase hacia una visión empresarial y profesionalizada de la actividad agraria y ganadera. Entre los fundadores, nombres ilustres del empresariado agropecuario aragonés : Jesús García Delgado, Cuadrado, Mayayo, Murga, Albo, Burbano, Rituerto, Vargas Lozano, Lueña Gros, Murillo, Hernández Gil, Montolar, Sasot, Cano, Lafita, Gros, Enciso, López, Fernández de Heredia, Ibarra, Latorre, Luengo … y muchos más que hicieron posible el nacimiento de esta organización agraria.

ARAGA somos la única organización agraria exclusivamente aragonesa e independiente, aunque hemos tenido mucho que decir en el panorama nacional. A lo largo de su historia, hemos combinado el trabajo riguroso y sosegado con la movilización allí donde ha sido necesario. ARAGA ha estado ligada siempre al concepto de agua y regadíos y hemos promovido iniciativas de apoyo a los embalses recogidos en el Pacto del Agua y a los regadíos aragoneses. Del mismo modo, ARAGA fuimos la organización aragonesa que denunció en el año 2000 el proyecto del trasvase del Ebro y movilizó al campo aragonés en la manifestación más importante de la historia reciente de Aragón.

Pero en ARAGA, sobretodo miramos al futuro del medio rural, en el que las nuevas tecnologías, la formación y el espíritu emprendedor juegan un papel destacado en la vertebración territorial y en la estabilidad social y profesional. Por ello, el espíritu con el que nació la organización no sólo sigue vigente, sino que lo hemos reforzado, creciendo y evolucionando hacia los nuevos retos sociales y profesionales de una sociedad globalizada.